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Un sueño se cumple en Acción de Gracias

  • Foto del escritor: Misma
    Misma
  • 28 nov 2024
  • 5 Min. de lectura

A esta entrada del blog le llamo

UN SUEÑO SE CUMPLE EN ACCIÓN DE GRACIAS


En estos días, la novia anda muy ocupada y un tanto distraída con los detalles de último momento de su boda; sobre todo, sencilla e íntima.

 

Como muchas, ella conservó por años la ilusión de llegar al altar; así, vestida de blanco, con velo, corona, liga y ramo. Pero, como últimamente la Iglesia Católica está muy exigente con esto del matrimonio, y también como no todas estamos en las mismas condiciones, y para algunas, como ella, el tiempo las apremia en ciertas etapas de la vida, esta vez optó por casarse nuevamente por lo civil. ¡Sí, nuevamente por lo civil!

 

Cuarenta años atrás

 

Si la memoria no me falla, su primera boda fue hace aproximadamente cuarenta años.

 

Esa celebración sí que fue en grande; imagínate, como que se llevó a cabo junto con la celebración del bautismo de la hija mayor.

 

Mira, ese día, toda la familia, amigos y vecindario se aparecieron en la marquesina de la casa de la pareja, la cual estuvo llena de música, comida y bebida hasta altas horas de la noche.

 

La salsa y el merengue convirtieron el ambiente en uno festivo y repleto de guayoteo.

 

En tanto, las risas sobresalían entre las conversaciones de los adultos y también a consecuencia de los divertidos e inofensivos juegos de los más pequeños, que o le ponían la cola al burro, peleaban por «la sillita», se quedaban paralizaos o se meaban de la risa al contar un, dos, tres pescao.

 

De esa boda puede que la hoy por hoy nuevamente novia conserve algunas memorias y fotos. Pero realmente, a quién le importa. Pues déjame decirte que muy probablemente, solo a ella. Y eso es suficiente.

 

Cómo comenzó y terminó todo

 

Como en la mayoría de los matrimonios, ambos vivieron momentos inolvidables en todo el sentido de la palabra, porque no todos los momentos de este tipo tienen por qué ser buenos. Los retos de una nueva unión. La pendejada de la convivencia. El entenderse y comprenderse. Las discusiones. Y la adaptación a una vida adulta llena de las responsabilidades de las cuales solo se aprende cuando se tienen.

 

Y así fue como, luego de un conflicto tras otro, decidieron terminar con la relación en lo que fue su primera gran crisis matrimonial al llegar a su séptimo aniversario.

 

El verdadero reto y la ganancia

 

Pero mírate esto, a diferencia de lo que les ocurre a otras mujeres, el divorcio no pudo con ella; te lo digo yo que la conozco de siempre.

 

Eso sí, el conseguir un trabajo después de la ruptura, luego de haber sido ama de casa la mayor parte del tiempo que estuvo casada, y encontrarse ahora sola, con la responsabilidad completa de un hogar con dos hijas, porque luego vino la más pequeña, supuso para ella un reto de usted y tenga.

 

Pero qué espíritu el de esta mujer…

 

Tanto le siguió sonriendo a la vida hasta que logró trabajar para varios patronos.

 

A raíz de esto fue que pudo experimentar por primera vez la famosa y hoy día codiciada «libertad financiera», entrados los noventa; así como la soltería que no vivió de joven y la vida adulta sin restricciones, teniendo en cuenta que era tanto mujer como madre (Sobre todo, balance, mijita; que los hijos crecen, vuelan y en ocasiones abandonan.).

 

Cosas como la licencia de conducir, que a cualquiera pudieran parecerles tan estúpidas en estos tiempos, digamos que la sacó «después de vieja». Pero para qué necesitaba una, si tenía un marido que entendía que ella era de la casa y no tenía la necesidad de conducir un auto, porque él la podía llevar en el suyo a donde ella quisiera cuando el jefe de la casa pudiera. Para que tú veas, este fue otro pie al frente que esta mujer pudo dar gracias al divorcio. Es que en la vida no todo lo bueno es bueno, y no todo lo malo es malo. Si yo fuera tú, querida amiga, seguiría tomando nota en esta entrada del blog.


«Es que en la vida no todo lo bueno es bueno, y no todo lo malo es malo».

 

¡Juntos de nuevo!

 

Pero bueno, en el transcurso de aproximadamente tres años, quien fuera su esposo y ella, tuvieron tiempo de más para estar solos y acompañados de otras personas, tuvieron tiempo de experimentar la vida sin la compañía el uno del otro, de crecer, estancarse y, finalmente, sentir ganas de volver.

 

Y un día, así como quien no quiere la cosa, ambos ya se encontraban viviendo nuevamente juntos bajo el techo que siempre fue de ellos. Esta vez sin llevar a cabo ningún tipo de ritual «cultural», por medio del cual oficializaran una vez más su relación ante la sociedad para que los cacheteros se beneficiaran del acontecimiento como solo ellos saben hacerlo.

 

¿Y las cuentas?

 

Pero el tiempo pasa, chica, y nos hace mirar atrás. Y cuando lo hace, ahí es que viene y nos rinde cuentas. Y nos hace tachar de la lista los sueños cumplidos. Y de alguna manera también nos obliga a empeñarnos con perseguir aquellos que siguen pendientes, si es que todavía tenemos la oportunidad de ir tras ellos.

 

En el caso de esta novia, uno de esos sueños precisamente es el de formalizar la relación de más de treinta años que ya tiene con su pareja, esto luego del divorcio. ¿Masoquista? Pues sí, vamos; señalémosla como tanto nos gusta hacer. ¡Qué se joda! Tanto hombre en este mundo, y la linda vuelve y se mete con el mismo flacuchento y bigotudo que conoció en la escuela y que se convirtió en todo un guapo después de crecido.

 

Y mira cómo son las cosas, sin planificarlo o sin la intención de que así fuera, «el bodorrio», como le decimos en casa por aquello de disfrutarnos los días previos a la boda, será el día del pavo.

 

Olvídate tú si este año será relleno o guisado, la cosa es que hoy para mi madre un sueño se cumple en Acción de Gracias.

 

(Mt. 22:39)

 

¿Qué opinas acerca del matrimonio? ¿Y del sueño que todavía conservan algunas mujeres de llegar al altar o de formalizar una relación? Conversemos acerca de esto en la sección de comentarios.

 

P. D. No olvides que siempre que así lo desees puedes compartir las entradas de este blog con las mujeres que te rodean, con esas que forman parte de tu comunidad femenina.


 

Algunas notas para que nos podamos entender:

 

1. El término «guayoteo» es similar a decir «bailoteo».

 

2. El término «mijita» se utiliza en diminutivo para referirse o llamar la atención de una mujer de manera peculiar.

 

3. La expresión «después de vieja» se refiere a que la persona hizo lo que hizo después de la edad esperada.

 

4. La expresión «el bodorrio» se utiliza en este caso para referirse a una boda que contradictoriamente no tiene nada de ostentosa.

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Deseo que, aunque yo termine siendo en tu vida un llamado ave de paso, al menos sea uno de esos que saben dejar huellas a lo bonito con la palabra escrita; porque mira que con #MUJERELLAZOQUENOSUNE me propongo a ir tras una mujer a la vez, recordando en todo momento que fuimos llamadas a amar al prójimo como a nosotras mismas".

 

(Mt. 22:39)

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