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¡¡¡Bomba!!!

  • Foto del escritor: Misma
    Misma
  • 20 dic 2024
  • 5 Min. de lectura

Mujeres en una parranda en navidad.

A esta entrada del blog le llamo

¡¡¡BOMBA!!!

 

¡¡¡Querida amiga, llegaron las CRISMAS!!! ¡Pero cómo es posible!, si ayer estábamos quemándonos las nalgas en pleno verano. Cómo fue que diciembre llegó tan rápido…

 

Ya estamos a mediados de mes, y he decidido que los días que le quedan los voy a calendarizar.

 

A cuanta fiesta y jolgorio me inviten, te juro que voy a aparecer. Están pasando cosas tan tristes a nuestro alrededor, que no me da la gana de desaprovechar cada oportunidad que se aparezca para disfrutar de todas las tradiciones como nunca antes. Este año quiero que todos los días de esta época, en la que en mi país se celebran las navidades más largas del mundo, cuenten.

 
De los primeros días de la temporada

 

Con decirte que lo primero que me dio con hacer cuando el descongelamiento de Mariah Carey se hizo inminente fue sacar de los cajones el árbol y los adornos de navidad. Meterme en las tiendas para comprar luces, cositas nuevas de la temporada y todo lo que no tenía por qué comprar para después cantarme de pelá. También decoré la casa y cada rincón que pude.


 

IT'S TIME!


 

Ya comí lechón, morcillas, pasteles (con kétchup, mijita; los pasteles se comen con kétchup), arroz con gandules y ensalada de coditos y de papa. Tomé coquito y pitorro. Aporté a mis niveles de azúcar en la sangre con tembleque, arroz con dulce, majarete, turrón, flan y budín. Ahora lo que me falta es esperar que lleguen las fiestas oficiales de la época para celebrar.

 

¿Y la parrandita?

 

¡También la vamos a dar!

 

¿Y la bomba?

 

¡ME CAGO EN LA MADRE DE LA BOMBA!

 

Lo que hizo que me cagara en la madre de la bomba

 

Es que no hizo más que comenzar la navidad, y yo ya hice el papelón de la vida.

 

Una amiga me invitó a la casa de una conocida a darle el ¡ASALTO! (de navidad, aclaremos). Por fiestera, le dije que sí; a pesar de no conocer a nadie. Y adivina qué pasó.

 

Iniciando la ronda de las folclóricas, pintorescas, ingeniosas y creativas bombas puertorriqueñas, ella se puso graciosita. Digamos que en ese momento quiso ser el centro de atención para satisfacer sus intereses personales con un chico que estaba... ¡Ah, pero a cuenta de esta que está aquí! Por lo que cuando menos me lo imaginé ya tenía el micrófono en las manos, todas temblorosas y sudorosas.

 

En mi vida había visto tanta pandereta junta dándole a los cueros por mí.

 

«La bomba, ¡ay qué rica es!

Me sube el ritmo por los pies, por los pies.

Mulato, saca tu trigueña.

Pa que baile bomba, bomba puertorriqueña».

 

¡¡¡Bomba!!!

 

Al terminar de corear el famoso estribillo, todos se quedaron mirándome; como si estuvieran esperando lo mejor de la noche.

 

¡A la puta, que yo podré ser todo menos Lucecita Benítez!

 

Los nervios que sentí por tener tantos ojos puestos encima de mí, así como el bochorno que sabía que me iba a dar, en caso de que todos descubrieran que el repertorio de bombas de la que se canta de boricua en todas partes estaba en cero, me hicieron abrir la boca para meter la pata (como siempre). Pero esta vez a niveles que superan lo de idiota:

 

«De casualidad ayer pase por esta casa,

y vi a su dueño mirando pa lejos.

La imprudencia me dio con gritarle “¡ejercita esa panza!,

o tu mujer te va a poner el cuerno”».

 

¡¡¡Bomba!!!

 

Querida amiga, ni Bridget Jones en su trilogía de películas me gana en esta con la barbaridad que me atreví a decir con una efusividad y entonación de usted y tenga mientras señalaba al dueño de la casa, como si en todo caso tuviera la confianza suficiente con los anfitriones de la fiesta, invitados e invitados de los invitados en la que justo comenzábamos a parrandear para bromear en una bomba con algo tan delicado como lo es la peligrosa mezcla compuesta de una pareja, una panza y un par de cuernos.

 

Todavía es la hora que le estoy pidiendo a Dios que le dé para atrás al tiempo y que, como en las bodas, me haga callar para siempre. Pero a mí, no a los demás como lo hizo para que mi trágame tierra fuera épico y quedara grabado en la memoria de todos.

 

Lo que aprendí gracias a mi «trágame tierra»…

 

De esta vergonzosa experiencia aprendí que lo mejor que se puede hacer en casos así es cerrar la boca, aunque al final ni los cientos de lentejuelas que tengas puestas te salven del infantil, fastidioso y humillante:

 

«No sabe na, no sabe na.

No sabe na de bomba, no sabe na».

 

Y pensar que este es tan solo el inicio de la navidad para mí...

 

(Mt. 22:39)

 

Amiga, y en tu caso: ¿Cómo inició la temporada navideña? Cuéntame en la sección de comentarios; pongámonos al día.

 

P. D. No olvides que siempre que así lo desees puedes compartir las entradas de este blog con las mujeres que te rodean, con esas que forman parte de tu comunidad femenina.


 

 

Algunas notas para que nos podamos entender:

 

1. El término «pelá» en este caso es similar a quedarse sin dinero.

 

2. El término «parrandita» es el diminutivo de parranda; hace alusión a una tradición que se practica en países como Puerto Rico, en la que un grupo de personas usualmente se reúnen en días navidad para cantar y tocar música típica con instrumentos musicales como la pandereta, las maracas y el cuatro y otros mientras van de un lugar a otro.

 

3. El término «bomba» en este caso se refiere a un cántico dinámico que forma parte del folclor puertorriqueño y que en esta época se fusiona con la festividad de la navidad para traerle alegría al pueblo durante las fiestas (o parrandas), por medio de versos improvisados que comúnmente ocasionan risas y diversión entre los presentes. Estas llamadas «bombas» comienzan con el siguiente estribillo que todos cantan, seguido de la bomba:

 

La bomba, ¡ay qué rica es!

Me sube el ritmo por los pies, por los pies.

Mulato, saca tu trigueña.

Pa que baile bomba, bomba puertorriqueña.

 

¡Bomba!

 

En caso de que el denominado «bombardero» no cante la bomba, se le olvide o esta no rime, todos comienzan a cantarle el siguiente estribillo de manera jocosa y burlona:

 

No sabe na, no sabe na.

No sabe na de bomba, no sabe na.

 

4. La expresión «el papelón de la vida» hace referencia a una gran vergüenza.

 

5. La expresión «¡ASALTO!» se utiliza en Puerto Rico en la época navideña para anunciar que se llegó a un lugar a dar una parranda por sorpresa.

 

6. La expresión «se canta de boricua» es lo mismo que decir «se hace llamar boricua».

 

7. La expresión «meter la pata» se refiere en este caso a decir algo inoportuno o fuera de lugar.

 

8. La expresión «usted y tenga» se utiliza para establecer cierta categoría respecto de algo. 

 

9. La expresión «trágame tierra» es parecido a desear desaparecer, casi siempre a consecuencia de una vergüenza por la que se está pasando.

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Deseo que, aunque yo termine siendo en tu vida un llamado ave de paso, al menos sea uno de esos que saben dejar huellas a lo bonito con la palabra escrita; porque mira que con #MUJERELLAZOQUENOSUNE me propongo a ir tras una mujer a la vez, recordando en todo momento que fuimos llamadas a amar al prójimo como a nosotras mismas".

 

(Mt. 22:39)

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